Tu hermana duerme entre la madera,
del futuro te separa una lámina de cristal,
una ventana finísima de agua
detenida, en estado de congelación.No sabés hablar todavía,
ni persona ni animal.
¿Pero esos ojos?Cruje la casa
cuando pienso en estas cosas,
tintinea algo en la parte superior.No existías antes
y no tengo justificación.
Lo dicen tus señas
de un lesco extraterrestre.Estas líneas
son para tu hermana
que te alza y te cuida
mientras florea el árbol
y se derrumba la casa.A 150 kilómetros de aquí,
25 años atrás,
se ahoga el sol en el hilo
que separa el cielo del mar.
Camino con una birra semivacía,
la diagonal del viento
cruza la playa
y la boca de la botella
silba.
Iglú
Luis Chaves
Neutrinos